Siempre tendrás mi agradecimiento personal y el de todos los monteros que han podido seguir tu trayectoria en nuestra casa. ¡Madre mía, qué trayectoria, sin parangón en los últimos años!
Nuestra amistad salió fortalecida tras unas pequeña desavenencia, que lejos de suponer una ruptura significó que nuestra amistad perdurase más allá de la profesión. Voy a echar mucho de menos esas conversaciones contigo. Me quedo con las ganas de enseñarte algunas cosas que teníamos pendientes, o quizás no, porque seguro que ahora las podrás ver siempre que quieras. Aquí está tu legado. Eres historia de la montería en España. Tu trabajo, tu memoria, mientras Condevito siga en ésto, están asegurados.
Como sé que eres una persona implicada y comprometida con lo «nuestro», échanos un cable desde tu atalaya para que podamos seguir disfrutando de nuestra afición.
Un fuerte abrazo Lucas.